martes, 5 de mayo de 2020

Reseña: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina

CUIDADO CON LOS SPOILERS
Antes de leer esta reseña, si no has leído la saga Millennium, tener en cuenta que, aunque la reseña no contenga spoilers de La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, puede tenerlos de la primera entrega.

Reseñas de la saga: Millennium 1: Los hombres que no amaban a las mujeres.

* Relectura

Título: La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina {Millennium, 2}.
Autor: Stieg Larsson.
Traductores: Martin Lexell y Juan José Ortega Ramón
Ilustración: Gino Rubert.
Editorial: Ediciones Destino.
ISBN: 978-84-233-4324-9
Año de publicación: 2011 {mi edición; 2008, primera edición}.
Formato: Papel.
Páginas: 772.
Género: Policíaca, misterio, suspense.

Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atención y salir de Estocolmo. Trata de seguir una férrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por qué ha desaparecido de su vida sin dar ningún tipo de explicación. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraer el desencanto mediante el estudio de las matemáticas y con ciertos placeres en una playa del Caribe.

¿Y Mikael Blomkvist? El gran héroe vive buenos momentos en Millennium, con las finanzas de la revista saneadas y el reconocimiento profesional por parte de los colegas. Ahora trabaja en un reportaje apasionante sobre el tráfico y la prostitución de mujeres procedentes del Este.

Las vidas de los dos protagonistas parecen haberse separado por completo, pero entretanto... una muchacha, atada a una cama, soporta cada día las horribles visitas de un ser despreciable y sueña con una cerilla y un bidón de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo.

★★★★

Opinión Personal

En esta segunda entrega de la saga Millennium, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, seguimos de la mano de Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist. Esta vez, la trama tiene mucho que ver con el pasado de Lisbeth, y Mikael se verá llevando una investigación particular, como detective aficionado, de unos asesinatos. El autor, con algunos nuevos personajes, intentará jugar con nosotros, pero si algo hizo bien en la primera entrega, fue que conociéramos a los personajes principales; así que, durante la mayoría del libro, aunque muchos personajes te digan "a" tú pensarás "no, a no puede ser; es b".
No sé cómo llamarlo, pero Millennium tiene alma.
Como ya he dicho, seguiremos de la mano de los mismos protagonistas, pero conoceremos algunos nuevos como, por ejemplo: Annika Gianini, la hermana de Mikael, aunque en este libro no la conocemos mucho, el autor hace una buena introducción del personaje. También hace la introducción a una trama que veremos con más profundidad en el tercer libro de la saga de la mano de Erika Berger, haciendo que la conozcamos un poco más. El personaje que más odié de los nuevos en La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, es Hans Faste; si lo habéis leído, sabréis por qué y si lo leéis, lo veréis, pero os adelanto que es el tío más estúpido con el que os podríais cruzar. En cambio, también hay un personaje nuevo que me gustó mucho: Sonja Modig, que es una mujer valiente, con honor, trabajadora, que no da por hecho todo lo que le dicen... Simplemente, genial. Además, también me gustó mucho el personaje de Ronald Niedermann, no por su papel en la historia, pero sí por lo bien creado que está el personaje; Stieg Larsson no se deja nada en el tintero. En realidad, todos y cada uno de los personajes, siguen estando tan bien construidos como en Los hombres que no amaban a las mujeres.
Tuvo la sensación de que todo su sistema de vigilancia interno se había puesto, de repente, en alerta máxima.
No es que el libro tenga algún error garrafal, de echo, me gusta mucho, pero como en general disfruté más del primer libro, mi decisión fue ponerle una estrella menos. Quizá fue porque, aunque esta historia es muy interesante y entretenida, lo "bueno" empieza más tarde; mientras que en el primer libro no hubo ningún momento que pensara cuando iba a empezar la acción.
Los documentos son una cosa. Las personas, otra.
Sinceramente, lo que más me gustó fue conocer mejor el pasado de Lisbeth, entender porque ella tiene que tener un administrador y tutor. Recuerdo que, cuando lo leí por primera vez, me parecía que la historia encajaba perfectamente con lo que sabíamos que había pasado ella. Además de la forma de hilar una cosa con otra del autor, que también me encanta. ¿Qué le vamos a hacer si me encanta el estilo de Stieg Larsson? Lástima que no pudiera ver todo lo alto que ha llegado su obra. 
Puede que haya hombres grandes como casas y hechos de granito, pero siempre llevan las bolas en el mismo sitio.
En conclusión, y a modo de resumen, vuelvo a aplaudir el trabajo de Stieg Larsson en esta saga. Sí que es verdad que, si tengo que elegir, me quedo con el primero. Aunque este libro también me encanta y me resulta muy entretenido. Conocemos mejor a Lisbeth Salander y su historia. Es algo que está muy bien estructurado e hilado desde el principio de la saga, dándonos pistas que en esta segunda entrega entendemos. Me ha gustado mucho el personaje de Ronald Niedermann, no por su papel en el libro, sino viendo más allá: por lo bien estructurado y creado que está el personaje. El final es muy abierto y te deja con la duda de la suerte que correrá Lisbeth en el futuro inmediato; o, en realidad, con el futuro de todos los personajes a los que cada vez conocemos mejor, con el aumento de cariño que ello conlleva. Pronto seguiré con la saga.


Citas de La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina
Se sentía como un radas en estado de máxima alerta.
Se le antojó un fantasma que súbitamente se había materializado en su dormitorio.
Por nada del mundo quisiera herirla o avergonzarla. Pero es menos sutil que una yegua en celo.
–Bah, sólo quería meterle mano al texto un poco. || –Creo que deberías volver a la cama y meterle mano a otra cosa.
La oferta cayó como un relámpago en medio de un cielo despejado y la dejó muda.
–¿Por qué no hablas con los médicos? || –Porque no me escuchan.
Vivir o morir tan sólo depende de ti. Pero acabas de romper mi primera regla. No puedes hablar sin mi permiso.
No hay inocentes; sólo distintos grados de responsabilidad.
Ese miedo le resultaba embarazoso. Odiaba la oscuridad y la soledad. Y odiaba a los seres que las poblaban.
Su cuerpo y su alma habían encajado muchos más golpes que los que un ser humano debería sufrir.



Y vosotros, ¿habéis leído La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina? ¿Y el primer libro de la saga Millennium? ¿Qué os parece? Si no lo habéis leído, ¿le daríais una oportunidad?

Esto es todo por hoy, ¡muchas gracias por vuestro tiempo!
Si no seguís Con un marcapáginas, no esperéis más para no perderos nada.
Nos leemos pronto en una nueva entrada.

2 comentarios:

  1. ¡¡Holiii!!
    Me leí la trilogía Millenium cuando salió en su momento. Los libros están muuuy bien, pero si tuviera que elegir uno para quedarme, sería el primero. Y más de lo mismo con las películas, pero las suecas que conste.
    ¡¡Bsssos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Opino igual. Yo ahora lo estoy releyendo porque ha salido el último de la saga, por tener toda la historia reciente, jejeje.
      ¡Besos!

      Eliminar

Un blog se alimenta de tus comentarios.
¡Gracias por comentar!