martes, 7 de abril de 2020

Reseña: Los hombres que no amaban a las mujeres

* Relectura

Título: Los hombres que no amaban a las mujeres {Millennium, 1}.
Autor: Stieg Larsson.
Traductora: Martin Lexell y Juan José Ortega Román.
Ilustración: Gino Rubert.
Editorial: Ediciones Destino.
ISBN: 978-84-233-4044-6
Año de publicación: 2009 (mi edición; 2008, primera edición).
Formato: Papel.
Páginas: 665.
Género: Novela policíaca, misterio, suspense. 

Harriet Vanger desapareció hace treinta y seis años en una isla sueca propiedad de su poderosa familia. A pesar del despliegue policial, no se encontró ni rastro de la muchacha. ¿Se escapó? ¿Fue secuestrada? ¿Asesinada? El caso está cerrado y los detalles olvidados. Pero su tío Henrik Vanger, un empresario retirado, vive obsesionado con resolver el misterio antes de morir. En las paredes de su estudio cuelgan cuarenta y tres flores secas y enmarcadas. Las primeras siete fueron regalos de su sobrina; las otras llegaron puntualmente para su cumpleaños, de forma anónima, desde que Harriet desapareció. Mikael Blomkvist acepta el extraño encargo de Vanger de retomar la búsqueda de su sobrina. Periodista de investigación y alma de la revista Millennium, dedicada a sacar a la luz los trapos sucios de la política y las finanzas, Blomkvist está vigilado y encausado por una querella por difamación y calumnia presentada por un gran grupo industrial que amenaza con arruinar su carrera y su reputación. Contará con la colaboración inesperada de Lisbeth Salander, una peculiar investigadora privada, socialmente inadaptada, tatuada y llena de piercings, y con extraordinarias e insólitas cualidades.

Así empieza esta magnífica novela que es la crónica de los conflictos de una familia, un fascinante fresco del crimen y del castigo, de perversiones sexuales y trampas financieras; un entramado violento y amenazante en el que, no obstante, crecerá una tierna y frágil historia de amor entre dos personajes absolutamente inolvidables.

★★★★★

Opinión Personal

Los hombres que no amaban a las mujeres es una novela policíaca llena de misterio. Conoceremos a varios personajes muy interesantes que se dejarán conocer desde el principio. La vida de Lisbeth Salander no ha sido fácil y ella no es precisamente una chica normal. Su destino se unirá al de Mikael Blomkvist cuando tiene que hacer una investigación personal sobre él, un periodista que no está en su mejor momento. No será hasta que el propio Blomkvist contrata a Lisbeth para avanzar en la investigación que tiene entre manos.
Ahora la conversación entre los dos viejos se había convertido más bien en un ritual en torno a un misterio que nadie en el mundo tenía el más mínimo interés por resolver.
Los personajes están muy bien definidos. Desde la primera vez que leí este libro, y también cuatro o cinco veces después –risas–, tienes la sensación de conocerlos a la perfección; aunque digan o hagan cosas en las que no estás de acuerdo, es como si vieras a un amigo que sabes que tiene cierta forma de ser y nunca cambiará de opinión. Simplemente es y piensa así. Eso me pasa sobretodo con Lisbeth Salander. En muchos aspectos me siento identificada con ella, aunque no al 100%, ya que ella llega al extremo en algunos casos. Mikael Blomkvist me parece un personaje fantástico también, pues en este libro nos enseña que no siempre podemos hacer lo que queramos; a veces, las circunstancias nos llevan a hacer algo que no pensamos que haríamos nunca.
Palmgren pertenecía a esa clase de hombres que sólo interpretaba un no como un motivo para doblar sus esfuerzos, así que lo más fácil era aceptar abiertamente.
En esta ocasión, no puedo hablar de errores enormes, ni tampoco pequeños. Me parece un libro que roza la perfección, con una buenísima corrección y una historia muy entretenida e interesante. Es verdad que una vez descubren el misterio de Harriet y de Hedestad, el resto del libro, aunque no es mucho, me resulta menor interesante, pero aún así se lee con rapidez y no deja de ser entretenido.
Todas las personas ocultan secretos. Sólo es cuestión de averiguar cuáles son.
Lo que más me gusto es la manera en la que el autor va enseñándote el pasado de algunos personajes de este libro. Es increíble la de conflictos que puede haber en una familia, algunos de los cuales ni siquiera saben décadas más tarde. Pocas pistas te da Stieg Larsson para que tú mismo puedas averiguar lo que pasó con Harriet Vanger, aunque puedes crearte teorías que seguramente se queden cortas. Después, cuando se descubre, todo encaja de una manera admirable, nada está metido a calzador, todo tiene su porqué. Sin duda, el misterio que descubrimos en Los hombres que no amaban a las mujeres es lo que más me gusta de todo el libro.
A lo largo de todos estos años he tenido muchos enemigos y hay una cosa que he aprendido: nunca entres en la batalla cuando tienes todas las de perder. Sin embargo, jamás dejes que una persona que te ha insultado se salga con la suya. Espera tu momento y, cuando estés en una posición fuerte, devuelve el golpe, aunque ya no sea necesario hacerlo.
En conclusión, y a modo de resumen, a pesar de saber lo que va a pasar, ya que he releído este libro cuatro o cinco veces, mientras lees no puedes ver ni una pista al respecto. Es un libro muy bien documentado y escrito. Pero, ¿quién iba a esperar menos de Stieg Larsson? Lo que menos interesante me parece empieza cuando se acaba el misterio de Hedestad, pero no deja de ser entretenido. Los personajes están muy bien definidos, incluso es como si los conocieras en realidad. Si todavía no lo habéis leído, es más, si no habéis leído la saga ahora que ya está terminada, estoy segura de que, si le dais una oportunidad, disfrutaréis muchísimo de Millennium y os quedaréis atrapados entre sus páginas y su historia.


Citas de Los hombres que no amaban a las mujeres
Investigar un asesinato puede ser el trabajo más solitario del mundo.
De repente, la vida le pareció infinitamente más llena de color.
La ventaja de tener más de ochenta años es que nadie te critica por cómo vas vestido.
Contempló a su padre y a su hermano y, de pronto, se percató de que la escopeta de caza que llevaba en la mano estaba cargada. Cerró los ojos. Fue la única alternativa que tuvo en ese momento para no levantar el arma y disparar los dos cartuchos. Quiso matarlos a los dos.
Te juzgué mal. No había entendido lo jodidamente enfermo que estás.
En algún sitio había gato encerrado y a Lisbeth Salander le encantaba soltar a los gatos encerrados.
Llamar a una puerta después de la medianoche suele ser sinónimo de malas noticias.
Se avecina una tormenta. Si el viento sopla con mucha fuerza, yo te sujetaré; no te preocupes.
Siempre hay gente dispuesta a creer en las malas lenguas.
Repentinamente comprendió que el amor era ese momento en el que el corazón quiere salirse del pecho.



Y vosotros, ¿habéis leído Los hombres que no amaban a las mujeres? ¿Habéis leído la saga Millennium? ¿Qué os parece? Si no la habéis leído, ¿le daríais una oportunidad? Quizá sea el mejor momento, ya que el último libro acaba de salir.

Esto es todo por hoy, ¡muchas gracias por vuestro tiempo!
Si no seguís Con un marcapáginas, no esperéis más para no perderos nada.
Nos leemos pronto en una nueva entrada.

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