Reseña: Los esclavos perdidos

*En colaboración con Jose Rodríguez-Trillo

Título: Los esclavos perdidos.

Autor: Jose Rodríguez-Trillo.

Editorial: Autopublicado.

ISBN/ASIN: 978-14-9598-471-6 / B07THYWNF4

Año de publicación: 2014.

Formato: Digital.

Páginas: 643.

Género: Terror.

Baltimore, Maryland, 1849.

Un hombre es encontrado vagando entre fuertes delirios y retorcidas pesadillas. En su lecho de muerte habla de unos manuscritos arrojados la mar y de una aterradora verdad oculta... El cadáver es identificado con el nombre de Edgar Allan Poe.

España. En la actualidad.

El famoso escritor de novelas de terror, William Wilbruck, ha desaparecido. No se encuentra su cuerpo y nadie pide rescate. En el momento de su desaparición tiene en su poder un objeto de valor incalculable... un libro que no existe.

Unos días más tarde, la última persona que pudo verlo con vida aparece asesinada frente a la Catedral de la Almudena junto a una lúgubre inscripción que hace referencia a un demonio antiguo.

La esposa de William, Andrea, desesperada y sin saber qué hacer, pide ayuda a la única persona en el mundo que puede dársela aunque eso signifique volver a abrir la caja azul de los recuerdos que encierra las heridas de un pasado lleno de dolor.

Cuando Dan Rey abre los ojos y comprueba que su viejo compañero y amigo de la infancia, el inspectos Sanzt, se abre paso entre la resaca para mostrarle la carta, sabe que una vez más el destino ha movido sus hilos y él va a volver a bailar a su antojo. «Una canción más, cabrón.»

Se trata del amor de su vida, la mujer que le había partido el corazón. «Lógico.» Siempre se ha tratado de ella. Ahora, él, una vieja gloria en su décimo año de retiro, es su única esperanza. «Puta ironía.»

Dan ha cometido muchas estupideces en su vida, pero embarcarse en aquel caso para encontrar al hombre por el que su primer y único amor le había abandonado, estaba a punto de ser la más peligrosa y aterradora de todas.

★★★

Opinión Personal

Los esclavos perdidos es la historia de una desaparición y lo que se llega a hacer por amor. Conoceremos a cinco amigos de la infancia que vuelven a encontrarse años después, movidos por la desaparición del marido de Andrea, William Wilbruck. Juntos irán uniendo las piezas de un puzle que los llevará por caminos terroríficos y peligrosos, metiéndose cada vez más en algo de lo que no podrán salir con facilidad. Y todo ello, acompañado de Edgar Allan Poe, unos manuscritos y el misterio como principal arma del autor para engancharnos a la novela.

Habían corrido tanto y tan rápido huyendo de los devora niños que habían dejado atrás su infancia.

Se nota que los personajes están muy trabajados por el autor. Hay una clara evolución y trasfondo en cada uno de ellos. Si bien es verdad que las acciones de algunos de los personajes dejaron mucho que desear, al menos para mí. 

• Dan Rey. Es mi personaje favorito de toda la historia. En él está la demostración de lo que se puede llegar a hacer por amor, aunque no sea correspondido, y por aquello en lo que crees. El final para él creo que es el idóneo, después de lo que hacen otros personajes.
• Jose María Sanzt. Le vi desde el primer momento como la cabeza pensante del grupo de amigos, el serio, el padre de familia, el amado esposo... Desde el principio hasta el final hace alarde de unos códigos morales inmejorables. Ex compañero de Dan Rey consigue convencerlo para que abandone el bucle en el que se había convertido su vida.
• Jaime Esteve. Experto en Edgar Allan Poe. Es una pieza importantísima en esta novela, ya que sin él y su conocimiento del autor fallecido tanto tiempo atrás, no hubiese sido creíble algunas de las escenas que ocurren, ya que solo un verdadero experto en Poe podría llegar a descifrar las diferentes pistas.
• Félix DeLorenzo. Se nos presenta como un personaje que solo piensa en él mismo y cómo volver a lo más alto en su profesión y ganar dinero. No es fácil cogerle cariño. Y no lo he hecho. Incluso después de leer una buena acción del personaje no podía evitar pensar: «¿qué estás tramando?». No me fiaba de él en la novela y no me fiaría de una persona como él en la vida real.
• Andrea Wilbruck. Angustiada esposa del autor desaparecido. Moverá cielo y tierra para encontrar a su marido. Me pareció bastante egoísta al principio de la novela. Poco a poco fui entendiéndola, pero es el personaje que más me ha decepcionado con su actitud.

No había manera de latir que no ardiera en el interior de su alma.

Siempre intento ser muy sincera en mis reseñas, si no, ¿de qué sirve? Pero me cuesta mucho cuando toca hablar de los puntos negativos o de lo que no me ha gustado de un libro, sea de quien sea, autor reconocido o no, publicado por editorial o autopublicado; el resante es el mismo. En cuanto a la trama y los personajes, no puedo decir nada malo de ellos. De echo, es lo que más me gustó. En cambio, aunque el estilo del autor me gusta mucho, noté que le faltaba más corrección. Me encontraba muchas faltas, cosa que es normal, algo se puede pasar, pero quizá con un repaso más habrían sido menos. Además, empecé mi lectura en mi primer ebook, de Sony, que no tiene muchas opciones de las que tiene el Kindle, por ejemplo, y se veía muy raro maquetado. Además, hay palabras que el autor ponía entre comillas, que yo habría puesto en cursiva, por ejemplo, algo muy subjetivo, creo, pero que hizo que lo viera raro. Y para rematar, está lectura estuvo en medio de un bloqueo lector que hizo que no me enganchara del todo hasta que llevaba la mitad del libro. Es por todo esto que bajó su puntuación final, pero no por ello es una mala historia, ni Jose Rodríguez-Trillo un mal escritor; ¡nada de eso! Como siempre digo, estas cosas son muy subjetivas y también depende del momento en el que lo lees.

Sería como volver a morir de una enfermedad que ya lo había matado antes.

La trama me pareció buenísima. Engancha, aunque a mí me costara por el bloqueo lector que pasé. Es una trama muy diferente. Definitivamente, lo que más me gusto. En cuanto pasé de la mitad del libro tarde pocos días en acabarlo. No se me hizo largo, pues si tardé bastante en leerlo fue porque apenas leí durante meses. Puedes darle mil vueltas a todo, y aunque alguna vez lo hayas pensado, es muy probable que el autor te convenza de que lo que piensas no es verdad, y cuando estás seguro de que no lo que pensabas en un primer momento no puede ser, ¡sorpresa! Así que no os fiéis de nada de lo que leáis, pero tampoco de nada de lo que penséis. Risas.

Nadie sabe lo que los demás esconden cuando nadie los mira.

En definitiva, la trama me pareció desde el principio muy interesante. No sé si fue por mi bloqueo lector o por el libro en sí, aunque opto más por la primera opción, pero hasta la mitad del libro, aproximadamente, no me enganché de verdad. A mi parecer, y por lo que no se lleva al menos una estrella más, le falta una corrección ortotipográfica, darle una vuelta más, para evitar incongruencias y faltas gramaticales o de ortografía. A mí en particular, también me hubiese ayudado una maquetación más típica. A pesar de esto, si queréis darle una oportunidad a la trama seguro que os sorprende y hace que no podáis parar de leer. Me quedo con una duda muy misteriosa para quien no ha leído Los esclavos perdidos: ¿llegaremos a leer en una segunda entrega como uno de los protagonistas cumple lo que piensa hacer al final del libro? Chan, chan, chan. Risas.

Citas de Los esclavos perdidos

No se preocupe por el circo. Hace tiempo que dejaron de gustarme los payasos.

No es difícil huir de los recuerdos: es imposible.

No hay peor demonio para el hombre que el propio hombre.

Son hombres. Si sangran, podemos matarlos.

Nadie quiere mirar a la locura a los ojos.

La sensación de estar en el lugar correcto, el lugar que Atruel había descrito volvía a mezclarse con la sensación de estar en el lugar equivocado.

El mundo se rompía en mil pedazos mientras el cruel y despiadado destino se empeñaba una y otra vez en convertirles en desgraciados protagonistas de una pesadilla de la que no podían despertar.

Demonios con apariencia humana caminando entre carcajadas por las avenidas.

¿Alguien en su sano juicio se atrevería a decir que el mundo va a mejor?

Nadie está obligado a ser educado con las visiones, por bonitas y tentadoras que suenen en una mente convalenciente.

Y vosotros, ¿habéis leído este libro? ¿Leéis autores autopublicados? ¿Qué os ha parecido la reseña? Si no habéis leído ya Los esclavos perdidos, ¿lo leeríais?

Esto es todo por hoy, ¡muchas gracias por vuestro tiempo!

Si no seguís Con un marcapáginas, no esperéis más para no perderos nada.

Nos leemos pronto en una nueva entrada.